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Carta abierta al público
austríaco |
Carta abierta al público austríaco.
Septiembre 2000
::El gobierno de derechas arremete
contra Public Netbase
Las
personas, las iniciativas y las organizaciones que se
citan más abajo exigen que Public Netbase, el centro
vienés para Nuevos Medios, no sea obligado a cerrar
sus puertas ni sea trasladado fuera desde su actual
ubicación en el Museumsquartier. Pedimos al gobierno
austríaco que reconozca a Public Netbase como pionera
en el campo del nuevo arte y cultura digitales y, por
tanto, permita a la organización continuar su trabajo
en el Museumsquartier.
Desde
su inauguración en 1994, Public Netbase ha tenido un
papel instrumental en la configuración y rápida evolución
de la nueva cultura electrónica. Bajo la excelente guía
de Konrad Becker y Marie Ringler, Public Netbase ha
contribuido tanto a la cultura mediática local de Viena
como a la nueva cultura electrónica en un contexto más
amplio, europeo y global. Public Netbase ofrece además
una combinación excepcional de servicios sociales, con
actividades de formación técnica, acceso público a Internet
y un complejo programa artístico. También produce exposiciones,
organiza conferencias, proporciona recursos esenciales
a distintos colectivos y ayuda al progreso de la cultura
de nuevas tecnologías contribuyendo significativamente
al desarrollo de modelos teóricos y prácticos. Seguir
integrando estas iniciativas en el contexto cultural
del Museumsquartier contribuiría enormemente a formar
el tipo de contexto y competencia culturales que permitirán
a Austria avanzar por este nuevo siglo sin dejar atrás
su rico patrimonio cultural.
Por
desgracia, desde la llegada del nuevo gobierno Public
Netbase se ha convertido en el blanco de acusaciones
injustificadas, maquinaciones y ataques. La retirada
de todo tipo de financiación federal, el esfuerzo del
gobierno por detener las ayudas regionales y la campaña
de investigación, intensa aunque infructuosa, contra
supuestas irregularidades financieras, son acciones
claramente encaminadas a silenciar las voces críticas
de la sociedad civil austríaca. Nosotros pensamos que
esta situación no es sólo reprobable, sino también enormemente
lamentable, teniendo en cuenta la contribución realizada
por Public Netbase a la comunidad local y al campo del
nuevo arte electrónico.
Queremos
pedir al gobierno austríaco que replantee y clarifique
su política cultural en lo que concierne a Public Netbase
y reconozca sus logros y resultados. Public Netbase
merece toda la ayuda que se le pueda prestar por el
entorno cultural excepcional que crea y por su trayectoria
como promotora de prácticas artísticas innovadoras y
experimentales. No sólo se debe dar este apoyo a Public
Netbase, sino también a las personas y organizaciones
que participan en la enorme cantidad de proyectos mediáticos
independientes y experimentales que se han puesto en
marcha en la última década. Estos proyectos demuestran
que el arte y las actividades electrónicas tienen una
historia destacada y que pretenden reflejar la diversidad
creativa y acoger las distintas manifestaciones de discurso
crítico, de importancia crucial para el surgimiento
de una cultura global. Con demasiada frecuencia se ha
dicho equivocadamente que los medios electrónicos basados
en el tiempo son marginales, fragmentados o están fuera
de los debates culturales sobre creatividad en la actual
escena artística. Nada más lejos de la verdad, y esta
es la razón de que una organización como Public Netbase
sea una pieza tan fundamental en la promoción de esta
nueva cultura mediática. Por todo ello, es el deber
del gobierno de Austria, como custodio de la cultura
pública, restablecer la ayuda financiera a Public Netbase
y facilitar su presencia continuada en el Museumsquartier.
Cualquier otra decisión que adopte por debajo de las
aquí reivindicadas iría en contra del interés público
y del legado cultural de Europa.
signatories...
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